con Concha Pita |
PARA SANAR CANTAR
La voz, es una expresión importante de nuestro ser único. Es parte de nuestra fisiología única y capta estados de ánimo, sentimientos y pensamientos. Nos permite contar una historia, transmitir pasión o indiferencia, dar órdenes, organizar a un grupo y crear música.
Nuestra voz habla por nosotros a través del lenguaje y el sonido, con información y consentimiento. Es un contenedor de nuestro yin y yang porque se comunica racionalmente a través del habla y expresa lo personal y lo artístico a través del sonido, la entonación y la canción.
La voz puede ser una puerta que nos permita descubrir y liberar lo que puede estar atascado, retenido. Muchas personas cuentan una historia sobre “el cierre”, ya que se les dice que cierren la boca, que dejen de cantar, de contar su historia. Así lo hicieron. Sucede cuando somos niños, o en relaciones abusivas. Cuando bloqueamos la expresión de alguien, lo estamos reprimiendo para que no sea quien es.
Cuando tenemos más intimidad con nuestra voz, pasamos por alto el intelecto y entramos en espacios internos, que contienen el misterio de lo que vive dentro de nosotros. Podemos encontrar cualidades, sentimientos, historias, recuerdos y sueños. Podemos simplemente hacerlos conscientes o también trabajar con ellos terapéutica o creativamente.
Al explorar la capacidad de nuestra voz, podemos ampliar nuestra confianza y respiración con intención. Y a través de canciones tradicionales podemos aprovechar una memoria colectiva de pertenencia. Cantar estimula las hormonas que liberan estrés y crean placer. Las madres que cantan a sus hijos observan la magia que aporta al ambiente del hogar y sabemos que los niños responden bien y aprenden más efectivamente cuando hay música y canto.
Los yoguis durante miles de años, han estado conectando la vibración con la conciencia y el efecto hipnótico del canto, con fines terapéuticos. Estas tradiciones reconocen que la voz es un lugar de meditación y curación, y que trabajar con nuestra creatividad afecta a nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestra alma.
Técnica vocal, ejercicios de respiración y meditación con sonidos logramos hacer del canto una práctica terapéutica. A través de la voz y la respiración podemos lograr claridad mental, emocional y paz interior. También se exploran las posibilidades de nuestra expresión y creatividad y utilizaremos herramientas para desarrollar nuestra intuición y confianza.